Los hijos de Dios tenemos un maravilloso Padre celestial que nos abraza y
amorosamente por medio del hermoso pasaje de Filipenses 1:6 nos dice:
"Yo me ocuparé de ti, trabajaré porque no he terminado en tu vida, tengo
mucho por hacer". Él se encargará de finalizar la obra que comenzado en
nuestra vida. Podemos pasar por tormentas difíciles, desiertos de
necesidad, el frío invierno de las pruebas…en todos esos momentos su
promesa sigue efectiva el Padre nos sigue diciendo: “el que comenzó en
vosotros la buena obra la irá perfeccionando hasta el día de
Jesucristo”. Por favor comparta esta preciosa verdad con sus familiares y
amigos. Muchas gracias.
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